El arte -cachondo- de Bill Ward

Hace poco adquirí el recopilatorio de 'Sex to Sexty' (Ed.Taschen). 'Sex to Sexty' fué una publicación de humor gráfico destinado a adultos, en el cual campaban a sus anchas gran número de chistes y viñetas de alto contenido erótico, pero visto desde la perspectiva del humor. Pronto se convirtió en una colección de chistes obscenos y guarretes publicados entre los años 1965 y 1983. Sus orgullosos 'padres', el tejano John Newbern, y su socio, Pierre Davis.




Mirando el contenido, me gustó especialmente la obra de Bill Ward, pues sus imponentes y turgentes mujeres por lo general miran desde sus altos tacones e impertérritos pechos a hombres-pelele y al mundo que tienen por delante. Aparte de la gracia que puedan tener los chistes ilustrados de Ward, la tećnica y la manera de dibujar es bastante admirable.





Este señor (en el Valhalla-rodeado de sus valkirias ya desde 1998) con cara de 'mozo de pueblo arriau' comenzó a dibujar mozas a partir de los 17 años, cuando veraneaba en un pueblo costero.



El mozo, con los ojos como platos, comenzó a ilustrar a esas bellezas en mini-bikinis que tanto le emocionaban, y no se le daba mal. En la escuela de arte de Brooklyn en la que estudió, su profesor le dijo que dibujara lo que más le gustara, y Bill, claro, pues a dibujar mozas. Pronto fué reclamado por varias publicaciones de humor gráfico para adultos, donde sus exuberantes protagonistas se convirtieron en referente para muchos americanos del momento.







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