jueves, 29 de octubre de 2009

LELONG
















Este fue otro exponente de la brillante generación de dibujantes y guionistas que iluminó la escena del cómic francés durante la pasada década de los noventa. De trazo nítido, de los que llaman la atención al primer vistazo, este artista de espíritu aventurero se entregó profesionalmente al género al regresar de una prolongada estancia en el continente africano, donde parece que hizo de todo menos dibujar, y empezó pronto a firmar sus páginas en la mítica Pilote. Al poco empezaría a dar forma al mejor y más importante de sus creaciones: Carmen Cru.

Carmen Cru era una anciana de provincias que vivía en perpetuo estado del mal humor incapaz de disimular su odio a toda la humanidad, que en el reducido ámbito de su pueblo quedaba simplificado en personajes como su sobrino, que acudía a visitarla cada tantos capítulos, el D.Raoul, vecino borrachín, Poupi Mouvinon, la típica tarada o el señor Abad, párroco de la comunidad. Los delirantes volúmenes que recopilaban la serie se fueron sucediendo con regularidad durante los siguientes años hasta que, el 24 de Febrero del 2004, la vieja Carmen Cru se quedó más sola que nunca en el podrido mundo –que diría ella- al fallecer Lelong.

Como al menos las obras suelen transcender en el tiempo algo más que sus creadores, nos queda el consuelo siempre de abrir las páginas de un buen cómic, como este, así que ahí os dejo estas para que juzguéis.
j.m.m.Albiol



2 comentarios:

Dr.Chainsaw dijo...

Lo que hace este hombre es maravilloso! Un artículo muy interesante! Si señor!

Josi Albi dijo...

Hombre, monsieur le docteur... cuánto bueno por aquí...